Posts Tagged ‘fútbol’
marzo 16th, 2016
Desde hace un tiempo, cuando miro partidos de fútbol, sobre todo en las ligas europeas, empecé a fijarme en algo muy común que hacen los equipos: un jugador se hace de la pelota cerca del medio de la cancha mira para delante y está marcado, entonces pasa la pelota hacia atrás a un defensa y siguen así sucesivamente hasta pasársela al arquero, éste como no puede tomar el balón con la mano, porque se la pasan con el pie, da un patadón que manda la pelota al medio de la cancha, esa pelota no va dirigida con precisión y puede sea para cualquiera y todavía con la defensa del equipo contrario que tuvo tiempo para ordenarse. Entonces yo comencé a preguntarme si no sería mejor que el jugador que agarró la pelota en el medio de la cancha la hubiera reventado hacia el área, la pelota estaría dividida, igual que la que pateó el arquero, pero mucho más adelante.
Tenía el firme convencimiento que esa manera de jugar es objetable, es cierto que es difícil hacer un pase de treinta metros, porque el tiempo que demora la pelota en llegar al receptor es suficiente para que un defensa marque al que la recibe con muchas posibilidades de quitarle la pelota, porque lo más probable es que no la tenga dominada, pero pensaba que quizá de esa manera las posibilidades de producir jugadas más peligrosas eran mayores.
En el matutino madrileño ABC, el catorce de marzo de dos mil dieciséis, se publicó un artículo titulado “Cómo ganar la Premier League sin tocar la bola”, en ese artículo se informa que el Leicester City tiene la un pelota un 44.5% del tiempo. Según ABC “En lo que va de década, el campeón inglés con menos posesión fue el Chelsea de Mourinho del año pasado, y tuvo el balón un 54,1. También sale ganando el Atlético que ganó la Liga española en 2014, otro equipo de estilo defensivo pero que tenía el balón más (49,2%) y lo pasaba (77% de acierto frente al 69,7 del Leicester)”.
Otros datos que aporta es que el Leicester es el segundo equipo que menos pases cortos da, 275 contra 493 del Arsenal que es el que da más. También es el tercer equipo que menos juega por la zona central y utiliza más las bandas, es el que da más pases largos, setenta y tres.
La información que suministra ABC es totalmente coherente, el Leicester al hacer menos pases cortos y más largos tiene menos porcentaje de aciertos, porque los pases cortos en general son de los defensas entre ellos y, en general, el porcentaje de aciertos es próximo al cien por cien, también con menos pases cortos el tiempo de posesión disminuye.
La conclusión de todo esto es confirmatoria de mis dudas sobre lo que hacen muchos equipos europeos: se puede jugar sin estar tan preocupado por la posesión de la pelota y si tratando de desarrollar un juego más vertical, se perderán muchos más balones, pero el resultado puede llegar a ser más positivo.
Me parece que los indicadores de posesión de balón y pases errados son insuficientes para representar adecuadamente las bondades futbolísticas de un equipo, por ejemplo y exageradamente, se puede tener un cien por ciento de aciertos en los pases y un cien por ciento de posesión de balón, sin entrar en campo contrario y así no se sale campeón. Si, la tenencia del balón es importante y no hacer pases errados, también, pero el fútbol es algo más que eso.
Creo, y espero, que la campaña del Leicester sea un punto de partida hacia nuevos enfoques teóricos de cómo se debe jugar al fútbol, ojalá pueda mantenerse en la punta de la Premier League hasta el final, se lo merece por la lección que está dando y porque lo más probable es que después de su campañas en la Premier, muchos sigan su ejemplo y el fútbol se vuelva un deporte aún más atrapante.
Al Leicester creo que lo vi únicamente el primer tiempo de un partido que perdió 2-1 contra el Arsenal en la hora, el que da más pases cortos contra uno de los que da menos, creo que nunca vi algo parecido, un comentarista deportivo uruguayo dijo en broma “de tanto que corrieron, terminé el partido sudado”
diciembre 18th, 2012
Cuando cursaba preparatorios, con mis compañeros de clase habíamos formado un grupo de viaje, con el cual fuimos a San Pablo, Brasilia y Río de Janeiro.
En San Pablo nos hospedamos en el Estadio de Pacaembú y casi todas las noches habían partidos por la Copa Río-San Pablo, los brasileros eran campeones del mundo en esa época así que, gratis, pude ver fútbol profesional de primer nivel y disfrutar unos cuantos partidos, me acuerdo de haber visto a Zito, Gilmar y de Sordi, pero pese a ver jugar al Santos no vi a Pelé, también recuerdo un partido entre Corintians y Flamengo que terminó cinco a cuatro, al cual hace poco lo vi en la televisión. Fue la primera vez que vi que los arqueros no reventaban la pelota con el pie y la pasaban con la mano, en general a los marcadores de punta.
Después fui a Río de Janeiro, allí no me hospedé en Maracaná, así que no tuve franquicias para ver fútbol, pero si tuve la oportunidad de ir al Estadio. Fue un partido entre Botafogo y Flamengo, en Botafogo jugaban los campeones del mundo Nilton Santos, Zagallo y Garrincha, también jugaba como arquero de Botafogo Manga, que luego militó en Nacional de Montevideo y era un arquerazo (aunque no tan bueno como Mazurkiewicz), pero no jugó ese partido porque estaba separado de los planteles por un presunto caso de soborno.
La verdad que fui a ver un partido de fútbol, pero lo único que vi fue una máquina de jugar al fútbol que se llamaba Garrincha[1], cuando entraron los equipos era el que más llamaba la atención, sí, la llamaba porque ese tipo no podía estar ahí, tenía unas piernas rarísimas, parecía que no podría correr y menos jugar al fútbol.
En el primer tiempo lo único que pasó fue que le llegó una pelota en el ángulo del área grande por el lado de afuera, la paró, levantó la cabeza, miró y después pateó, pegó en el horizontal, no sé si ahora con el tiempo que se tomó tendría oportunidad de patearla. Pero en el segundo tiempo se inspiró, fue algo maravilloso, nunca vi nada igual en mi larga trayectoria de aficionado al fútbol, parecía que sus zapatos tenían un imán que atraía la pelota y el movimiento de sus piernas torcidas desconcertaba a los rivales, cuando picaba parecía que tenía un turbo y frenaba como si tuviera ABS, era imprevisible, él solo enloqueció a todo el equipo de Flamengo, el partido terminó tres a cero y pudieron ser muchos más.
Al otro día el titular de media página de un matutino carioca fue “GARRINCHA VOLTO DAR SHOW NO MARACANA”, con mayúscula y en negrita.
Sin duda era “La alegría del Pueblo”.
[1] Manuel Francisco dos Santos. Recibió el sobrenombre de Garrincha por uno de sus hermanos. Garrincha es el nombre de un pájaro que vive en las selvas del Mato Grosso, en Brasil. Dicha ave es fea, pero al mismo tiempo increíblemente veloz y torpe, por lo que suele ser cazada con mucha facilidad. Mané se ganó aquel nombre porque sus hermanos consideraban que era libre, puro y feo, como aquel pájaro. Garrincha era zambo, tenía los pies girados 80 grados hacia adentro. Su pierna derecha era 6 cm más larga que la otra; además, tenía la columna vertebral torcida, y sus problemas se agravaron por una severa poliomielitis. De pequeño lo operaron para curarle la anormalidad de las piernas, pero no quedó bien, y esas mismas piernas le sirvieron para confundir a sus rivales, amagando jugar para un lado e irse para el otro. (Fuente Wikipedia). Cuando asistí al partido no sabía las penurias que había pasado por sus piernas.
Tuvo una vida desordenada, se escapaba de las concentraciones, era alcohólico y mujeriego, pero de eso no vale la pena hablar.
julio 7th, 2010
En un reportaje televisivo Maradona manifestó “Si te preguntan qué preferís, que te den diez millones de dólares o jugar una final de un mundial, vos le contestás “jugar la final”, no hay dinero que te pague estar ahí.” Esa es una contestación que daría un jugador profesional de fútbol, porque el fútbol es deporte, es dinero, pero también es espectáculo mediático. Un jugador que juega una final de un campeonato mundial, es un millonario que no tiene necesidad real de dinero, jugar una final es mantenerse en el espectáculo mediático al más alto nivel, haciendo algo que no se puede comprar. También es cierto que jugar una final puede representar más de diez millones de dólares, entonces el negocio sería ese, la final del ´86 le significaron a Maradona mucho más de diez millones de dólares. Si le hicieran esa pregunta a un sumergido de Biafra o Zimbawbe, todos sabemos cuál sería la contestación, o sea que la respuesta “jugar la final” no es algo absoluto sino que está vinculado a la situación socioeconómica de quien responde.
Traigo a colación estas declaraciones de Maradona, que ahora es mucho más un personaje mediático que otra cosa, y esto lo tiene muy claro, hasta usa una ambo para dirigir a Argentina. Sabe que puede serlo gracias a “la mano de dios”, el increíble gol a Bélgica y el ultra oportuno pase a Burruchaga, jugadas del mundial del ´86 con las que se ganó un lugar en el corazón de todos los argentinos. Después de eso su vida fue una sucesión de escándalos y bochornos a cada cual peor, pero los argentinos guardaron su recuerdo de aquel inolvidable mundial y le perdonaron cuanto desatino hizo, finalmente lo premiaron con la dirección de la selección de fútbol argentina.
Ahí Maradona se transformó en el personaje mediático que es ahora, es decir, importa más estar el espectáculo que ganar un partido, como escribiera Debord “Aquello de lo que el espectáculo puede dejar de hablar durante tres días es como si no existiera. El espectáculo habla entonces de otra cosa, que, a partir de ahí, en resumidas cuentas, existe. Como se ve, las consecuencias prácticas son inmensas.” , desde que es director técnico dijo cuanto disparate se le ocurrió, se abrazó y besó con todo el mundo, cautiva a los argentinos y él sabe porqué: porque fue el mejor y fue campeón, pero también sabe que si aparece otro mejor y campeón, los argentinos no lo perdonarán más, no habrá más espectáculo y se sumergiría en otra serie de bochornos de los cuales nadie lo rescataría.
Viendo jugar a la selección argentina y la ubicación de Messi en el campo uno no puede dejar de preguntarse si eso no habrá sido premeditado y, si como vienen las cosas, Maradona no terminará presidente de la AFA y Messi nunca será el jugador que podría ser y menos campeón del mundo.
Se autoriza le reproducción total o parcial indicando la fuente.