agosto 19th, 2010
Todas las campañas sobre aspectos ambientales, como toda campaña contemporánea, han adquirido un fuerte contenido mediático y espectacular, porque como bien decía Feuerbach en el prólogo de “La sociedad del espectáculo” (Ver post “La sociedad del espectáculo” publicada en este blog el 01 de abril de 2010) de Guy Debord “Y sin duda nuestro tiempo… prefiere la imagen a la cosa, la copia al original, la representación a la realidad, la apariencia al ser… ”, o sea que es muy difícil discriminar entre la realidad y la ficción en las argumentaciones de cualquier campaña.
En realidad es inevitable que esto suceda ya se trate de elecciones presidenciales, eventos deportivos, venta de electrodomésticos, ayuda a los refugiados de Nepal, etc., así que no nos debe extrañar ni asombrar que las campañas ambientalistas también lo hagan.
Quiérase o no la mediatización implica espectáculo y por lo tanto la construcción de una realidad más o menos ficticia que puede llegar a ser grotesca. Uno de los ejemplos de surrealismo mediático ambiental es el de los que defienden el acuífero Guaraní, que dicen que si no adoptamos medidas, nos van a llevar el agua, la verdad que al menos hasta ahora, lo único que nos están llevando es nuestro dinero, pero no los extranjeros, sino los ambientalistas que estudian el acuífero Guaraní. Dicen que es la reserva de agua potable más grande del planeta (o la segunda, no sé y tampoco importa tanto) y que los rubios del Norte pretenden llevársela porque ellos no van a tener más.
La verdad es que el transportar agua ubicada a varios cientos de metros en las profundidades de la tierra y transportarla varios miles de quilómetros, no es la forma más razonable y económica de aprovisionarse de agua potable, hay muchas más opciones más baratas que no requieren tantas complicaciones para obtenerla.
En primer lugar hay que tener en cuenta que un ser humano necesita del orden de dos litros de agua por día y las plantas potabilizadoras suministran del orden de dos cientos litros de agua por persona y por día, según el nivel socio económico de la población, o sea que producen del orden de cien veces más de lo estrictamente necesario para el consumo humano, por lo tanto el problema de agua para consumo, y no para otros usos, es un problema de una magnitud mucho menor que el suministro de agua a una ciudad con los criterios actuales.
Conseguir agua en cantidades requeridas para consumo, en la gran mayoría de los casos no es algo que se transforme en crítico, si llueve, cosa que es imposible que deje de suceder y además con el calentamiento global va a llover más (ver post «Cambio climático editado el 20 de mayo de 2010), siempre es posible captarla y almacenarla, no es potable, pero es sencillo y barato potabilizarla, si hay agua contaminada, ya sea orgánicamente o con metales pesados, se puede destilarla, y luego agregarle una pequeña cantidad de sales; si no está tan contaminada, puede bastar con hervirla, si se tiene el mar cerca, se puede o destilarla o desalinizarla, si hay acuíferos con alto contenido salino, igual, en fin siempre hay alternativas, aun con la tecnología actual. Lo más probable es que la tecnología de desalinización progrese hasta hacer económico el tratamiento de grandes cantidades de agua. De última, con los deshumidificadores se puede conseguir agua en cualquier parte, sacándosela a la atmósfera, ya hay dispensadores de agua atmosféricos que se venden comercialmente y se han desarrollado tecnologías más eficientes y menos contaminantes que la de los deshumificadores convencionales (ver http://historico.elpais.com.uy/130322/ultmo-704433/ultimomomento/un-panel-publicitario-genera-agua-del-aire/, http://www.tecmovia.com/2012/05/03/convirtiendo-el-viento-en-agua-potable-se-acabo-por-fin-la-sed-en-el-mundo/).
Como se ve hay mucho cuco en esto del agua, no es que en un futuro, en algunos lugares no se transforme en un problema verdaderamente grave, pero con tanto océano, lluvias , acuíferos subterráneos y vapor de agua en el aire la cosa no va a ser tan dramática. Creo que es razonable afirmar que el agua para consumo humano no va a ser un problema crítico, aun en el largo plazo.
No es lo mismo el problema de agua para riego, en el estado actual de la tecnología es impensable tratar el agua de mar para llevarla a los estándares de agua para riego, y no creo que el avance tecnológico lo pueda conseguir en corto plazo, aunque el desarrollo de la ingeniería genética puede ayudar, produciendo cultivos que consuman agua salada.
Hay que tener claro que el verdadero problema no es el agua, sino el aumento de población, y por lo tanto aumento de demanda de agua y el aumento de demanda de territorios para alimentar una creciente población, que en algún momento serán insuficientes para calmar la sed y/o el hambre de todos.
Parecería que las campañas ambientalistas deberían hacer un poco de autocrítica y actúen con Responsabilidad Social (Ver post publicado el 11 de febrero de 2010 con el título «Responsabilidad Social)», porque ya están empezando a perder credibilidad por la utilización de recursos propagandísticos propios de la guerra fría y de la venta de hamburguesas. Hay que ser más serios en las propuestas y enfocar el problema del agua en las verdaderas causas que lo provocan y no en las consecuencias de estas causas.
Se autoriza le reproducción total o parcial indicando la fuente
junio 20th, 2010
Es común escuchar en los medios comentarios tales como “en el futuro el agua será un recurso escaso”, este comentario, si bien está referido al agua, tiene implícita la consideración del factor demográfico. El agua va a ser escasa, no porque vaya a haber menos, en realidad en los últimos milenios hubo disponible más o menos la misma cantidad y eso no va a cambiar, el agua va a ser escasa porque los humanos vamos a ser más y porque ya somos muchos.
La “escasez del agua” significará que los seres humanos cada vez dispondremos de menos agua por habitante, con el agravante que por los problemas de contaminación derivados del crecimiento de la población, de la existencia de gigantescas concentraciones urbanas y del desarrollo tecnológico, será cada vez de peor calidad. Pero no se dispondrá solamente de menos y peor agua per cápita, también se dispondrá de menos territorio, o sea que la consecuencia más dramática de esta circunstancia es que cada vez se dispondrá de menos alimento por habitante, de continuar el crecimiento exponencial de la población, llegará un momento que no se podrá alimentar adecuadamente a todos.
En ambientes finitos (el planeta), para una especie sin predadores (la raza humana)[1] el crecimiento exponencial[2] es insostenible, en determinado momento las limitaciones de recursos y/o espacio impondrán restricciones a la consecución de alimentos y comenzará a disminuir el gradiente de crecimiento (en largo plazo el número de individuos tenderá a mantenerse estabilizado)[3]. Todo esto implica que un ambiente de dimensiones finitas impone, en determinado momento, limitaciones a la demografía.
Resumiendo, el planeta es finito y estamos asistiendo a un aumento explosivo de la población, por lo tanto, por más avance tecnológico que haya no se podrá producir alimentos para todos, en algún momento el planeta nos quedará chico y así como será necesario gestionar racionalmente el agua y los recursos naturales, si el desarrollo tecnológico no es lo suficientemente rápido como para permitir la colonización del espacio, la gestión de la demografía, aunque no nos guste, se volverá una necesidad ineludible.
[1] 3SIM, MODELO de PREDICCIÓN de CRECIMIENTO de POBLACIONES”, II Congreso Nacional y II Congreso Regional del Cono Sur, organizado por la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, Montevideo, noviembre de 1999. Poster, Ing Douglas Simonet. “
Modelo de crecimiento de poblaciones en ambientes acotados”, presentado en el III Taller Internacional sobre Enfoques Regionales para el Desarrollo y Gestión de Embalses en la Cuenca del Río de la Plata, organizado por el Instituto Argentino de Recursos Hídricos y el Instituto Nacional del Agua y el Ambiente, en Posadas, Misiones, Argentina, marzo de 2001.
[2] El crecimiento exponencial de una especie sin predadores es posible, teóricamente, en ambientes ilimitados, en ambientes finitos cuando la disposición de territorio y recursos naturales es superior a la necesaria, su crecimiento es asimilable al crecimiento exponencial.
[3] Aunque haya cambios de los factores naturales o tecnológicos, la esencia del razonamiento no cambia, siempre habrá inicialmente un crecimiento exponencial (o casi exponencial, como se indicó en la nota al pie anterior), pero en determinado momento dejará de serlo y, finalmente, la población se estabilizará, en un número mayor o menor de individuos, pero quedará estable mientras que no cambien los factores que inciden en su determinación.
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mayo 20th, 2010
Este post se publicó por primera vez el 2010 02 02, el que Ud. está viendo tiene modificaciones respecto del original publicado esa fecha.
Huracán en costas brasileras, marzo de 2004. BBC Weather News
Recuerdo que en los informativos televisivos de hace muchos años, cuando daban el parte meteorológico, en los veranos era en Salto donde se producía la máxima temperatura del país, sin embargo, en la actualidad, normalmente la máxima temperatura ocurre en Bella Unión, una prueba, dirán unos, de que estamos asistiendo a un “cambio climático”, pero es más probable que ese corrimiento de la temperatura máxima hacia el Norte sea consecuencia de haber trasladado la estación meteorológica del Parque Harriague en el Centro de Salto al aeropuerto de Nueva Hespérides en las afueras de la ciudad.
Esto último nos indica que debemos ser muy cuidadosos a la hora de utilizar las informaciones de temperatura, porque podría suceder que muchos de los datos que se utilizan para evaluar las consecuencias del cambio climático sean tomados en ciudades, donde la acción del hombre crea un micro clima urbano en el cual las temperaturas, en general, son más elevadas, ya sea por la eliminación de cubierta vegetal y creación de urbanizaciones con bajo porcentaje de espacios verdes, utilización de motores de combustión interna o cualquier otra causa.
Hace poco tiempo un pirata informático entró en la base de datos de uno de los principales científicos que denuncian el cambio climático y, según parece, mucha de la información de la base de datos fue manipulada para que los resultados fueran más impactantes. También es cierto que da que pensar que el asalto del pirata fuera justamente unos pocos días antes de la cumbre de Copenhague sobre cambio climático. Recientemente en diario «El Mundo» de España 23/11/11se informa que, previo a la cumbre de Durban sobre cambio climático se filtraron nuevamente correos de científicos.
Todo esto nos muestra que detrás de toda la parafernalia del cambio climático hay intereses enormes[1] que no vacilan en distorsionar e incluso falsear la información para favorecer sus intereses y, antes de embarcarse a favor o en contra de determinada posición, se debería analizar muy concienzudamente la información.
Recientemente la revista Nature publicó un artículo en el cual trata de desmentir que en los correos hackeados por los piratas haya información que ponga en tela de juicio la existencia del cambio climático, pero todos sus fundamentos no hacen otra cosa que sembrar una semilla de duda, no en cuanto a la existencia del cambio climático, del cual muy pocos dudan, sino que el manejo de la información sobre las consecuencias del cambio climático fue hecho de una forma ligera y tendenciosa. O sea que no hay que creerles mucho a los científicos, porque entre ellos hay muchos mercenarios y muchos más seudo científicos, no olvidemos que hace cuarenta años nos alertaban que el planeta se iba a congelar.
Lo que parece ser cierto es que la temperatura del planeta está aumentando y que, al menos parte de ese aumento se debe a acción del hombre (emisión de gases de efecto invernadero)[2].
Este aumento de temperatura, que en definitiva significa la incorporación de más energía en la atmósfera, provocará cambios en el clima del planeta además del aumento de temperatura, mayores pluviometrías porque habrá más evaporación (en valores medios, en algunas regiones podría disminuir), huracanes más violentos y nuevas zonas de tornados (ya se produjo un tornado en el Atlántico Sur, frente a costas brasileñas, como los que se producen en el Caribe, algo que nunca se había visto, y se han visto trombas marinas en el Río de la Plata, un fenómeno típico de aguas tropicales), habrá deshielos y aumento en el nivel de los océanos, posiblemente también cambios en la circulación del vapor de agua en la atmósfera y un largo etcétera de efectos más o menos directos, que nadie sabe a ciencia cierta cómo van a ser, ni sus consecuencias.
Es claro que un aumento de temperatura generará un nuevo punto de equilibrio ecológico y algunas especies podrán proliferar de forma explosiva al encontrar hábitats más amplios y, del mismo modo, otras podrán llegar a la extinción.
Aunque no se sepa con exactitud como será el cambio, muchas obras de infraestructura, escolleras, muelles, puentes, represas, incluso edificios altos y estructuras livianas, que no están diseñadas para las nuevas condiciones que deberán enfrentar, verán disminuidos sus coeficientes de seguridad y algunas de ellas seguramente colapsarán o requerirán mantenimientos más costosos.
Algo de lo que poco se habla es que la variación de temperatura, sea poca o mucha (medio grado es una variación que puede tener efectos importantes en los ecosistemas), se producirá en un tiempo sumamente rápido para los tiempos de adaptación que en general requiere la evolución de las especies, o sea que lo que va a suceder (al no tener tiempo de evolucionar) es que migrarán más al Sur en el hemisferio Sur y más al Norte en la parte septentrional del planeta, algunas especies desaparecerán y otras se verán beneficiadas por estos cambios. El caso de la propagación del mosquito transmisor del dengue por estas latitudes es, casi sin lugar a dudas, consecuencia de la aparición, más al Sur, de condiciones de temperatura más favorables para el desarrollo del Aedes aegypti, por más medidas que se adopten lo único que se podrá hacer es retardar uno o dos años la propagación (ver el artículo publicado en «El Mundo» http://www.elmundo.es/elmundo/2010/11/16/ciencia/1289911838.html«, también es posible que muchas enfermedades tropicales se propaguen hacia nuevas regiones que serán más cálidas.
Esta circunstancia será la que nos traerá los mayores problemas, porque también afectará a los humanos, en muchas regiones se producirán migraciones masivas de “refugiados climáticos” que producirán conflictos que podrían implicar a millones de personas. Entre las regiones donde probablemente se produzcan situaciones de esta naturaleza están, el Sur de los Estados Unidos que estará expuesto a un éxodo de centroamericanos, los países del Sur de Europa posiblemente sufrirán la consecuencias de la desertificación del Norte de África y China y Rusia posiblemente entren en conflicto por el control de Siberia, debido a la pérdida de capacidad de producción agrícola de China, seguramente no serán las únicas regiones que se verán afectadas por los “refugiados climáticos”, pero es suficiente para visualizar la envergadura del problema.
Otro aspecto del que tampoco se habla mucho y que puede adquirir una relevancia considerable es el de la no linealidad de los fenómenos climáticos, o sea que pequeños aumentos de temperatura pueden llegar a ocasionar grandes cambios en la circulación atmosférica y variaciones climáticas importantes y podría suceder que las secuelas del cambio climático se sientan mucho antes de lo que se piensa.
Pero el aumento de temperatura no sólo generará problemas ambientales y conflictos, no todo será tragedia, seguramente un aumento de temperatura será bienvenido en Siberia y en los polos, quizá algunas regiones áridas y semi áridas vean mejorar su pluviometría, un aumento del nivel del mar podría hacer navegable el Río Uruguay hasta Paysandú sin necesidad de obras de infraestructura, también es posible que la zona de Bella Unión sea ahora más apta para el cultivo de la caña de azúcar que hace unos años, o sea que si bien el cambio climático tiene importantes efectos negativos, también tiene efectos positivos.
Quisiera hacer algunas reflexiones sobre uno de los efectos que se le atribuyen al cambio climático sobre la Europa septentrional, en efecto, al aumentar la temperatura se producirá derretimiento de hielo en muchos lugares, y en particular en el casquete polar del Norte, mucha del agua proveniente del derretimiento del hielo del Polo Norte se trasladará por el Océano Atlántico al Sur, esta agua, por ser dulce es de menor densidad que la salada, por lo tanto, hasta tanto no se mezcle por efecto de la difusión y la turbulencia, escurrirá, como si fuera aceite, por la superficie, en su traslado hacia el Sur será capturada por la corriente del golfo y será llevada hacia las costas del Norte de Europa, o sea que una corriente que antes trasladaba aguas templadas, ahora llevará superficialmente, aguas frías, lo que afectará dramáticamente el clima de los países del Norte europeo, hasta aquí todo bien, pero el suministro de agua fría por parte del polo no es un recurso renovable, o sea que si hay afectación será por poco tiempo porque no es sustentable. También es cierto que, sin cambio climático, las variaciones de superficie del casquete polar entre invierno y verano son considerables y pueden generar un efecto similar al descrito, y hacerlo todos los años desde hace siglos.
El cambio climático provocado por los gases de efecto invernadero es reversible, pero aunque se eliminaran abruptamente todas las emisiones de estos gases, la vuelta a condiciones similares a las de hace un siglo, demoraría décadas. O sea que el tomar medidas para una reducción de la emisión de gases es algo que, sin duda, va en la dirección de hacer más confortable la vida en el planeta (para los seres humanos y algunas especies, quizá no para otras, que vivirán mejor en un planeta más caliente) y habría que encararla cuanto antes.
La mitigación del cambio climático pasa en gran medida por la reconversión de la producción de energía, mejor dicho de la reconversión de las fuentes de energía que se produce con combustibles fósiles y esto es un gran problema, porque su sustitución, al menos con el desarrollo tecnológico actual, significará energía más cara, lujo que, a la vista de los magros resultados de las negociaciones multilaterales de mitigación de cambio climático, ni los países desarrollados se pueden dar.
Otro aspecto a tener en cuenta es que algunas de las energías sustitutivas que se proponen, pueden llegar a ser mucho más contaminantes o más agresivas contra el medio ambiente que la energía producida con combustibles fósiles, como por ejemplo los bio combustibles, que utilizan superficies que podrían ser utilizadas para producir alimentos, además todo cultivo genera erosión, empobrece los suelos, utiliza herbicidas y fertilizantes que son altamente contaminantes, etc., etc., ya hay voces de protesta que dicen que el uso de biocombustibles puede ser mucho peor que usar petróleo. También habría que ver, por ejemplo, si los materiales de las células fotovoltaicas de los paneles solares no utilizan metales pesados o algunos materiales que no se sabe bien que es lo que provocan, incluso la generación eólica tiene detractores, algunos dicen que contaminan visualmente (habría que ver como quedó el paisaje de las sierras donde UTE instaló generadores eólicos), otros que hacen un ruido monótono y otros que un parque eólico en el Mar Báltico interfiere con la migración de algunas aves y así casi contra todo, ninguna forma de generación de energía se salva de afectar el medio ambiente, y menos aun, se salva de los ambientalistas.
Creo que se debería discutir más seriamente el uso de energía atómica para generación de energía, se ha politizado demasiado, se hizo mucha demagogia y hay mucho prejuicio. En nuestro país (España también), por ley se prohíbe la generación atómica, pero los fanáticos ecologistas miran para otro lado y se callan cuando importamos (en España también) energía de la Argentina (Francia), que tiene un porcentaje de generación nuclear, con esto no solamente estamos fomentando lo que la ley nos prohíbe, sino que estamos fuera de la ley y no pasa nada, y no pasa nada porque, en definitiva, todos saben que lo de la prohibición es pura pirotecnia política, por algo el Presidente Vázquez propuso la derogación de la ley.
Que la producción de energía atómica es peligrosa, no es una novedad, pero también es cierto que no es la única forma de producción de energía que lo es. Habría que ver cuantos daños han causado las hidroeléctricas, las centrales de carbón (en las minas de carbón de China los mineros mueren como moscas) y las de combustibles fósiles en vidas y contaminación y compararlas con las centrales atómicas, puede haber sorpresas(1). En realidad hay, mejor dicho yo conozco, solamente dos incidentes relevantes de centrales atómicas desde que entraron en servicio hace unos cincuenta años, el de Chernóbil, en 1986 en la Unión Soviética, que si bien ha sido el estandarte de los ecologistas en su lucha contra las centrales nucleares, la realidad de lo que allí sucedió fue mucho peor de lo que se cree en general, debido a la censura, que en su momento le impuso el régimen comunista a todo lo referente a Chernóbil. El otro incidente importante fue el de la “Three mile Island”, en los Estados Unidos en 1979, que sirvió de argumento de la película “El síndrome de China”, no fue tan grave como el de Chernóbil, pero que mostró lo peligroso que pueden ser los políticos manejando situaciones delicadas y de responsabilidad, y como pueden llegar a ser capaces de potenciar un problema, pero, insisto, la utilización de energía atómica como fuente de producción energética es algo que no se debe desechar y merece una discusión más seria.
Pienso que quizá lo más prometedor en cuanto a energías no contaminantes sea la obtención de energía de los océanos, no solamente por las centrales mareomotrices, sino por el aprovechamiento de los movimientos de grandes masas de agua, como por ejemplo el de las corrientes sub superficiales del Estrecho de Gibraltar, que son conocidas desde hace siglos y sobre las cuales se han hecho estudios que podrían generar toda la energía que necesita España, hay muchas corrientes oceánicas sub superficiales que continuamente trasladan caudales que causarían envidia al Amazonas. Incluso el aprovechamiento del oleaje o la estratificación térmica podrían llegar a ser fuentes de energía económica y de bajo nivel de contaminación.
Tampoco se debe despreciar lo que eventualmente se puede lograr con el desarrollo de la nanotecnología, que es un camino prometedor por el que se puede llegar a obtener resultados sorprendentes, así como la utilización de agentes biológicos combinados con los ingenios a niveles atómicos y subatómicos que se están desarrollando.
Un último comentario con respecto de la utilización de energías de bajo nivel de contaminación, es la posibilidad de utilización de automotores impulsados por motores eléctricos o de hidrógeno, ellos no contaminan, pero cuando se va a cargar la batería o disociar el agua en oxígeno e hidrógeno se necesita energía que seguramente se obtiene de las redes eléctricas convencionales cuya fuente, en muchos casos, es mayoritariamente proveniente de combustibles fósiles, si la potencia que desarrollan los automotores eléctricos o de hidrógeno es la misma que la de los automotores de motor a explosión, lo que se está haciendo es cambiar el lugar de emisión y no evitarla. De todas maneras significaría una mejoría porque la generación de energía eléctrica nunca es cien por ciento con combustibles fósiles. En Uruguay, donde la demanda actual es casi la misma que la capacidad de generación, la sustitución de autos con propulsión de motores convencionales, por autos eléctricos, demandaría la instalación de usinas generadoras que seguramente serían de combustibles fósiles, o sea que si este fuera el caso, la ganancia sería más bien para los fabricantes de automóviles, porque toda la potencia que demandarían los nuevos vehículos, en definitiva, se generaría con petróleo.
No se debe olvidar que el problema actual de la energía no es solamente el de la satisfacción de la demanda, sino el de satisfacer una demanda de opulencia, derroche e ineficiencia. Es obvio que para la mitigación del cambio climático no se debe actuar únicamente sobre la producción, también debería actuarse sobre la demanda, de forma más seria y enérgica de lo que se está haciendo. No será algo sencillo, pues todo indica que los consumos per cápita continuarán creciendo, pero quizá un camino viable para evitar aumentos desproporcionados sea por la educación y concientización de la conveniencia de un uso responsable de la energía y mediante la aplicación de medidas que fomente el ahorro de energía (tarifas diferenciales en los consumos, reglamentaciones sobre uso de materiales de construcción que mejoren el condicionamiento térmico natural en las edificaciones, impuestos a los vehículos de mayor potencia, favorecer el transporte público, etc.).
Para finalizar, en los años venideros nos enfrentaremos a un calentamiento de la atmósfera de la Tierra, que provocará cambios en el clima del planeta, algunos beneficiosos, que no traerán problemas, sino oportunidades, y otros perjudiciales, que en algunos casos podrían desembocar en situaciones altamente conflictivas.
[1] Se va a negociar una reconversión de la generación energética, que para muchos puede llegar a ser un mega negocio. Si las tabacaleras y las generadoras eléctricas mintieron sobre los efectos del tabaco y los campos electromagnéticos, aquí que se juegan cantidades de dinero de órdenes de magnitud muchísimo mayores, quién sabe lo que no son capaces de hacer.
[2] Recientemente se ha otorgado el premio Fronteras del Conocimiento, en su categoría de Cambio Climático de la Fundación BBVA, al científico alemán Klaus Hasselmann por sus trabajos iniciados en la década de los setenta, que han permitido distinguir qué parte del calentamiento global es atribuible a la acción del hombre y cuál a la variabilidad climático, sin duda un reconocimiento a una portentosa investigación que implicó la creación de modelos matemáticos sumamente complejos en una disciplina que no se caracteriza precisamente por la simpleza de sus desarrollos matemáticos.
(1) Leer artículo de Christopher Llewellyn Smith publicado en diario «El mundo» titulado «El carbón mata 20 veces más que Chernóbyl» publicado el 23 de mayo de 2016
Se autoriza reproducción total o parcial de este artículo indicando la fuente.
Se recomienda ver
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/01/20/ciencia/1264020978.html, comentario sobre artículo de Nature en defensa de científicos.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/02/04/ciencia/1265278573.html, artículo contra los científicos.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/01/22/ciencia/1264191418.html, las guerras del clima.
http://www.meteored.com/ram/1461/el-huracn-sin-nombre/ , el huracán sin nombre del Atlántico Sur que se llamó Catarina.
http://www.wunderground.com/hurricane/2010/mar9_b.jpg, un cuasi huracán en marzo de 2010.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/07/30/ciencia/1280495567.html, nuevas variedades de insectos se afianzan en la península ibérica, probablemente como consecuencia del cambio climático.
mayo 13th, 2010
A poco de haberme recibido, a principios de los setenta, tuve oportunidad de asistir a un Seminario sobre calidad de agua organizado por la OPS (Organización Panamericana de la Salud), Facultad de Medicina y Facultad de Ingeniería, uno de los responsables del Seminario era el Ing. Walter Castagnino[1] consultor de la OPS y uno de los monstruos sagrados de la Ingeniería Sanitaria nacional de esa época.
Por aquel tiempo ANCAP (Administración Nacional de Combustibles Alcohol y Portland) estaba construyendo la boya petrolera de José Ignacio. Aunque en esa época las protestas ambientalistas eran incipientes, la instalación de la boya había generado polémica. Así fue que durante una de las sesiones del Seminario el Ing. Castagnino comenzó a criticar la instalación de la boya por sus perniciosos efectos contra el medio ambiente, pero quiso el destino que entre los participantes del Seminario se encontrara el Ing. Andrés Tierno Abreu, en aquel tiempo Gerente General de ANCAP, a quien no le gustó nada el ataque a la instalación de la boya efectuado por Castagnino y salió en defensa de de la construcción de la boya. Se entabló una discusión que, por momentos fue bastante subida de tono, ninguno convenció al otro (lo cual era obvio). La argumentación del Gerente de ANCAP era que, si bien la construcción de la boya generaba riesgos de contaminación, estos eran limitados y nada comparables con los desastres que podrían causar las plataformas petroleras, sobre las cuales nadie decía nada.
Creo que la argumentación era correcta, una falla en la boya con una tubería de transporte de crudo de baja presión no generaría derrames de magnitud ni daños considerables, porque al detectarse la falla se interrumpiría el bombeo (detener un motor eléctrico siempre es posible y no se demora mucho), sin embargo las plataformas petroleras extraen petróleo de fondo marino a varios cientos (o miles) de metros de profundidad, de perforaciones en las cuales el petróleo sale a presión a varios miles de barriles por día, una eventual falla en las profundidades no es algo fácil de reparar, ni tampoco algo que se haga en poco tiempo, por lo cual la magnitud de los potenciales de contaminación de las plataformas son de varios órdenes de magnitud que en las boyas, y con respecto a las plataformas, boquita con llave.
Recientemente ha habido un problema de derrame de petróleo en una plataforma del Golfo de México que no se sabe todavía el daño que va a causar, ni cuando lo van a detener, pero muestra que ante tantos y tan grandes peligros potenciales de contaminación, las baterías ambientalista deberían tratar de concentrar su fuego hacia los emprendimientos capaces de provocar daños en vastas regiones y ecosistemas y no perder el tiempo cazando mariposas mientras los elefantes pasan por el patio de atrás, algo que los ambientalistas vienen haciendo desde hace décadas.
Se autoriza reproducción total o parcial de este artículo indicando la fuente
[1] El padre del que luego fuera Presidente de O.S.E. (Obras Sanitarias del Estado, Uruguay).