EL PENSAMIENTO BORROSO

Siempre recuerdo la anécdota de un juez que declaró un juicio empatado, nunca supe si era cierta o inventada pero, más allá del disparate de semejante fallo, real o imaginario, nos muestra las dudas y aflicciones que deben experimentar los jueces a la hora de fallar en los litigios civiles. No les sucede lo mismo a los jueces penales quienes, cuando tienen que fallar, disponen de una mayor flexibilidad para adoptar decisiones, pueden aplicar diferentes penas a quienes cometieron un mismo delito.

Esta diferencia de criterios puede explicarse admitiendo que la justicia civil aplica la lógica aristotélica, en tanto que la justicia penal aplica la lógica difusa o lógica borrosa (fuzzy logic).

La lógica difusa fue desarrollada por un norteamericano, Lofti A. Zadeh, por los años sesenta y, para decirlo de alguna manera, generaliza la lógica clásica mediante una reformulación del principio de tercero excluido. Ver http://www.elmundo.es/elmundo/2013/01/15/ciencia/1358256898.html

Para lo lógica clásica un juicio es falso o verdadero, mientras que para la lógica borrosa puede ser algo falso y algo verdadero, por ejemplo, para definir qué es frío y qué es caliente la lógica clásica puede decir, por ejemplo, que frío es cuando la temperatura es menor que quince grados y caliente cuando es mayor o igual a quince, de esta manera 14.9° es frío y 15.1° caliente, la lógica borrosa permite considerar, por ejemplo, que frío es cuando es menor que cinco grados y caliente cuando es mayor que veinticinco, entre cinco y veinticinco es algo frío y algo caliente, en términos de pertenencia se puede decir que una temperatura menor que cinco grados pertenece al conjunto frío, una mayor de veinticinco grados al conjunto caliente y las comprendidas entre cinco y veinticinco pertenecen en parte al conjunto frío y en parte al conjunto caliente, tanto mayor será la pertenencia al conjunto frío cuanto más cerca esté de los cinco grados. Es claro que en este esquema de razonamiento no suceden cosas que lleven a considerar 14.9° como frío y 15.1° como caliente, es cierto que siempre existe el problema del límite entre dos categorías, pero con la lógica difusa no se dan situaciones tan extremas como la anterior.

Todo esto tiene desarrollos matemáticos rigurosos y aplicaciones prácticas, fundamentalmente en los sistemas de control, por ejemplo, en el sector electrodoméstico han sido incorporados a lavadoras, tostadoras, aire acondicionado; en el sector automovilístico en cajas de cambio automáticas, sistemas de frenado ABS, de derrapage controlado y es de gran aplicación en la robótica.

Pero más allá del desarrollo de la teoría y de sus promisorias aplicaciones prácticas, está el hecho que las máquinas están comenzando a tener comportamientos que no consideran únicamente blanco o negro, sino que están considerando los grises.

Parecería lógico que estos esquemas de razonamiento se incorporaran en otras áreas, por ejemplo en la mayor parte de las rutas nacionales la velocidad máxima es de noventa quilómetros por hora, uno viola la norma de la misma manera andando a noventa y un quilómetros por hora que a ciento cincuenta, uno es mal pagador así no pague nunca o no pueda pagar una vez. Y así se podría seguir con una lista interminable de ejemplos en los que se podrían aplicar esquemas de razonamiento borrosos con resultados mucho más razonables.

Un caso paradigmático de la aplicación rigurosa de la lógica se dio recientemente en un partido de fútbol que iban a jugar Nacional y Villa Española, el equipo tricolor no estaba en el campo de juego una vez vencido el plazo estipulado, en estas condiciones la única alternativa reglamentaria era darle el partido por ganado a Villa Española, cosa que el juez hizo. “Falta de boliche” diría después el entonces Senador Mujica, claro, el juez podía haber atrasado el reloj o hecho cualquier otra cosa para permitir que el partido se jugara, pero en ese caso estaría violando la norma, algo que es sumamente peligroso porque sería legislar sobre la marcha quien no está facultado para hacerlo. En realidad en este caso sí hubo «Falta de boliche«, pero no por parte del juez, que hizo lo que tenía que hacer, sino de los dirigentes de la Asociación Uruguaya de Fútbol, que no dieron otra alternativa a la suspensión con pérdida de puntos, porque no pensaron con mentalidad de lógica difusa, mejor dicho no pensaron nada, los partidos se estaban atrasando y quisieron que se cumplieran los horarios, no se les ocurrió que se podría multarlos, multas progresivas, hacerle perder puntos, tarjeta amarilla al capitán, etc., etc.

Claro está que si se incorporan criterios de lógica difusa a las normas estaríamos admitiendo que un juicio podría terminar empatado y no sería un disparate.

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