REFORMA DEL ESTADO IV
HACIA EL TRIUNFO DE LOS VIEJOS INTERESES DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
El Presidente Mujica se ha propuesto efectuar una Reforma del Estado, pero es una idea que se le ocurrió un día y la tiró a los medios y siguió avanzando en ella, la puso en el Presupuesto, pero en su tortuoso camino a la creación de instrumentos y financiamiento para su ejecución se fue enredando y empantanando en toda esa maraña de intereses difusos (y no tan difusos) que existen en el medio ambiente burocrático.
Cuando Mujica empezó a hablar de Reforma del Estado, los sindicatos públicos se frotaron las manos con alegría, era la oportunidad para seguir ordeñando la vaca inagotable del Estado, el Presidente no les podía fallar, así que se transformaron en el único interlocutor del Presidente Mujica en la Reforma del Estado y se están preparando para que los contribuyentes aportemos cada vez más. Los reclamos de los estatales ponen piel de gallina, porque hablan de sueldo mínimo (que vale lo mismo para el que trabaja cuatro horas), pero no dicen nada que también los otros “me llevo” que tienen los servidores públicos aumentan el mismo porcentaje. Mi experiencia de retribuciones en la Administración Pública es que lo que yo cobraba en lo que el sobre decía sueldo, era del orden de la mitad de lo que realmente ganaba, o sea que cuando hablan de sueldo mínimo de veinte mil, es que el funcionario va a ganar cuarenta. De todo esto no se dice nada y todos lo saben.
Pero hay cosas aun más preocupantes que lo de las retribuciones, una de ellas es la creación de los coordinadores con las Intendencias, es actuar a la moda vieja, para mejorar la burocracia, más burocracia, claro, si tenemos un Presidente que contestó a un periodista “Como te digo una cosa, te digo otra”, no es de extrañar que quiera mejorar el Estado y aumente la burocracia.
También es preocupante, y mucho, el tiempo que se le dedicó y el tratamiento que se hizo al problema del cumplimiento de los horarios, parece que uno de los objetivos de la Reforma del Estado es que los servidores cumplan con su horario y se pretenden establecer controles y responsabilidades de control a jefes y gerentes y qué sé yo cuántas cosas más, como si no hubiera disposiciones, reglamentaciones, circulares, decretos y montones de cosas más para que los funcionarios permanezcan en sus puestos ¡Mi dios! Siguen creyendo que el Estado es ineficiente porque los funcionarios no cumplen el horario ¿Los que discuten eso son extraterrestres o, qué? Parece que no se enteraron que el resto del mundo se tiende al horario flexible, al trabajo a distancia, a la administración por objetivos, ya se ha demostrado fehacientemente que la permanencia en la oficina no genera eficiencia y todavía seguimos con eso.
Como se ve, parece que el cambio es para que todo siga como estaba.
De “La apacible sordidez de la burocracia”, 1984.
Creo que, a menos que haya un cambio conceptual en las esferas del gobierno, lo que se está haciendo es mucho más de lo mismo de lo que se viene haciendo desde hace un siglo, sin duda transitamos hacia el fracaso de la Reforma del Estado ¿O no es un fracaso y la Reforma del Estado que querían hacer es lo que están haciendo?
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